16 junio 2012

PARTE III: CON TICSI VIRACOCHA - ILLAPA - KUNIRAYA - KAVILLAKA

Con Ticsi Viracocha

En su relato Betanzos habla de Con Ticsi Viracocha, nombre que se traduce como ‘Dios hacedor el mundo’. Tal personaje era un hombre alto que había salido de las aguas del lago Titicaca (Puno) para crear los primeros hombres en un mundo de oscuridad (post-diluvio), solía llevar largas vestiduras blancas que le llegaban a los pies y un libro en sus manos.

Luego fue a Tiwanaku (Bolivia) e hizo el sol, la luna y las estrellas, pero por alguna desobediencia de los hombres los convirtió en piedras. Tras otros varios sucesos, ordenó a dos de sus ayudantes (también entendidos como “viracochas”) que se dirigieran al Este y al Oeste respectivamente, para que fueran haciendo salir a la gente del subsuelo. (ocultos en cuevas luego del diluvio)

Entre tanto el propio Con Ticsi Viracocha se dirigió al Cuzco (a gran distancia de Bolivia), pero en un lugar llamado Cacha (actual Raqchi) los habitantes lo hostilizaron, razón por la cual hizo llover fuego del cielo. Ante semejante suceso las personas de Cacha le alzaron un adoratorio.

Tras recorrer otros lugares incluyendo el Cuzco, donde impuso a un Señor ordenándole que produjese los orejones (Orejones fue el adjetivo con el que los españoles designaron a la “nobleza” incaica.). Con Ticci Viracocha finalmente llegó a Puerto Viejo (Ecuador). Una vez allí, se reunió con sus dos colaboradores y los tres viracochas desaparecieron en las aguas del mar (Betanzos citado en Pease, 1982: 37-43).

Por su parte, el afamado Bartolomé de Las Casas escribió, en su Apologética historia, que Condici Viracocha -siempre han habido diferencias respecto a la escritura correcta del nombre del “hacedor”-, tuvo un hijo malo llamado Taguapica, que por contradecirle en todo fue “echado al mar”.
 
Illapa

Illapa, fue para los incas la divinidad del rayo, del trueno y del relámpago, y por tanto, también de la lluvia y del granizo. Pease (2003: 149) señala que Illapa puede ser entendido como un elemento de comunicación entre los dos planos del mundo que caracterizan la cosmovisión andina: el hanan pacha (mundo de arriba) representado por el ucu  (trueno y rayo del cielo) y  pacha (mundo de abajo, o subsuelo). Pero el rayo no solo conecta la dualidad cielo-tierra, sino que también otorga poderes fertilizadores vinculados a la agricultura.

(Mito de Warochiri)
Kuniraya Wiraqöcha y Kawillaka
Primitivamente este Kuniraya Wiraqöcha caminaba muy pobremente vestido. Su manto y su túnica se veían llenos de roturas y de remiendos. Los hombres, aquellos que no lo conocían, se figuraban que era un infeliz piojoso y le menospreciaban. Pero él era el conductor de todos estos pueblos. Con su sola palabra hacía que fueran abundantes las cosechas, hacía aparecer bien murados los andenes, una flor de caña llamada pupuna, dejaba abiertos y establecidos los acueductos. Luego anduvo realizando muy útiles trabajos, empequeñeciendo con su sabiduría a los dioses de los otros pueblos.

La Diosa Kawillaka y el dios Kuniraya Wiraqöcha: En aquellos mismos tiempos vivía una diosa llamada Kawillaka. Se mantenía siempre virgen y porque era muy hermosa no había dios, fuera mayor, fuera menor, que deseoso de yacer con ella, no la enamorase. Pero ella nunca admitió a ninguno. De esa manera, sin permitir que nadie la tentase, pasaba los días tejiendo al pie de un lúcumo. Pero el dios Kuniraya, valiéndose de su sabiduría (sinónimo de magia y poder espiritual), se convirtió en un pájaro y fue a posarse entre el ramaje del árbol. Allí, tomó una lúcuma madura e introduciendo en ella su simiente la dejó caer muy cerca de la mujer. Ésta se comió muy contenta la fruta. De esa sola manera, sin que varón alguno se le hubiese aproximado, la diosa apareció encinta.
 Como sucede con todas las mujeres en tal estado, a los nueve meses Kawillaka tuvo que dar a luz, a pesar de su doncellez. Por espacio de un año alimentó al niño con el pecho, preguntándose continuamente para quién pudo haberlo concebido. Transcurrido el año y cuando el niño comenzó a caminar a gatas, Kawillaka convocó un día a todos los dioses, mayores y menores, pensando que de este modo le seria dado conocer al padre de su hijo. Al oír el llamado, todos ellos acudieron ataviados con sus mejores vestiduras, cada uno ansioso de ser el preferido de la diosa.Esta reunión se realizó en Anchiqhöcha, que era el lugar donde la diosa residía. No bien tomaron asiento todos los dioses, mayores y menores, la mujer les dirigió estas palabras:
-Ved, señores y nobles varones, reconoced a este niño. ¿Cuál de vosotros pudo haberme fecundado? ¿Tú? ¿Tú?- Fue así preguntándoles uno por uno, a solas. Y ninguno de ellos pudo decir: "Es mi hijo".

Por su parte, aquel que hemos llamado Kuniraya Wiraqöcha había tomado asiento a un extremo y al verlo en esa traza tan lastimosa Kawillaka no se dignó preguntarle, pensando con menosprecio: "¿Ese menesteroso fuera el padre de mi hijo?" En vista de que ninguno de esos apuestos varones pudo decir: "Es mi hijo", la diosa le dijo al niño:

-Anda, hijo mío, y reconoce tú mismo a tu padre. Y dirigiéndose a los dioses, dijo: -Si alguno de vosotros es su padre, a él se encaramará el niño. Entonces el pequeñuelo fue caminando a gatas y empezando de un extremo recorrió la fila de dioses sin detenerse ante ninguno, hasta que llegando al otro extremo, allí donde se sentaba su padre, se puso a trepar a los muslos de él, presuroso y regocijado.

Al ver aquello, la madre montó en cólera y gritó: -¡Qué horror! ¿Yo hubiese dado a luz un hijo de semejante desdichado? Luego tomó en brazos al niño y huyó hacia el mar. En medio del asombro de los demás dioses, Kuniraya Wiraqöcha apareció vestido con un traje de oro y exclamó: -¡Presto me amará ella!  Y se lanzó en seguimiento de la diosa diciéndole: - ¡Hermana Kawillaka, vuelve a mí los ojos! ¡Mírame cuan decente ya estoy!  Y haciendo resplandecer su traje de oro se detuvo.

Empero Kawillaka no volvió los ojos hacia el dios y siguió huyendo. -Voy a desaparecer dentro del mar, ya que hube dado a luz un hijo de tan horroroso y despreciable varón -decía enderezando hacía el mar. La madre se arrojó con su hijo al agua y al punto ambos se convirtieron en rocas. Ahora mismo, en el profundo mar de Pachacámac, se empinan dos rocas imponentes que parecen seres humanos sentados


ISLAS DE PACHAMAC - PERU


CIUDADELA Y TEMPLO DE PACHACAMAC

ISLA PACHACAMAC DESTINO TURISTICO - LIMA

IDOLO DE PACHACAMAC EN MADERA

DUALIDAD EN LA COSMOVISION ANDINA

INTI - SOL






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